¿Has oído hablar de la leyenda ecuatoriana del Señor de Sarabia? Esta historia es una de las más famosas en la región occidental de la Provincia de Cotopaxi, donde se encuentran las célebres y tristes minas de Macuchi que fueron explotadas por una compañía estadounidense.
Hace muchos años, cuenta la leyenda de un español que llegó a aquellas tierras en el siglo XVIII. Este hombre, enfermo de lepra, se estableció en la zona huyendo de la sociedad y de su cruel enfermedad. Errante, pobre y desesperado, el español encontró un milagro en su camino: unas rocas llenas de oro.
Con la fortuna que había encontrado, el hombre se volvió opulento y soberbio. Se cubrió las llagas con finísimos atuendos y construyó un palacio que parecía salido de la fantasía. Pronto se rodeó de trabajadores, a quienes trataba como súbditos. La fama de su riqueza y su maldad se expandió rápidamente por toda la región.
Un día, el poder del español rebasó los límites y se volvió homicida. La justicia acudió a su puerta, pero en vez de arrestarlo, el español invitó a los representantes de la Ley a una cena llena de manjares y oro. Las autoridades se dejaron seducir por el oro y se marcharon besando la mano del Señor de Sarabia.
El Señor de Sarabia fue castigado por su blasfemia
El español se sintió más poderoso que nunca y empezó a ejecutar acciones cada vez más propias de un orate. En un arranque de vanagloria, salió a la puerta de su casa y empezó a gritar que nadie era más poderoso que él, ni siquiera Dios. Pero en vez de respuesta, se oyó un estrépito ensordecedor. La tierra se emitió un rugido y una dantesca tempestad cayó del cielo. En pocos minutos, del Señor Sarabia y de su reino no quedaba ni rastro. Los rios que formó la tempestad se llevaron, su casa, su ganado y quedaron todas sus pertenencias destruidas por el agua y los rayos. La vegetación creció sobre la zona y, muchísimo después, las minas del Señor de Sarabia fueron el blanco de una empresa extranjera que se llevó todo lo que pudo. Es así como se recuerda el fin del potentado que le enterró en vida su propia soberbia. Aunque nadie sabe qué sucedió realmente en aquellas tierras, la leyenda ecuatoriana de Sarabia sigue siendo recordada por los habitantes de la región.El mensaje que nos deja esta leyenda
Esta leyenda es un recordatorio de que el poder y la riqueza pueden corromper a cualquiera y llevarlo a la autodestrucción. Es importante recordar que el verdadero valor no reside en la cantidad de dinero o poder que uno tenga, sino en las relaciones significativas que se construyen a lo largo de la vida y en la manera en que se trata a los demás. La historia del Señor de Sarabia es un llamado a la humildad y a la reflexión sobre las verdaderas riquezas de la vida.Resumen

Nombre del tema o relato
Leyenda el Señor de Sarabia
Descripción
Esta leyenda de la Provincia de Cotopaxi, nos recuerda que el verdadero valor no reside en la cantidad de dinero o poder que uno tenga, sino en las relaciones significativas que se construyen a lo largo de la vida y en la manera en que se trata a los demás.
Autor
Ecuador mi tierra