La leyenda del niño de la mano negra, tuvo lugar en la antigua ciudad de Guayaquil en la época de la colonia. En ese tiempo los guayaquileños se veían afectados por la presencia de piratas que llegaban a saquear la naciente ciudad.
En el golfo de Guayaquil, en la isla Puná, nació un niño, que fue llamado Toribio de Castro Grijuela, sus padres eran muy devotos y habían orado para que el pequeño, nazca lleno de salud. Sin embargo, el pequeño nació sin su mano derecha y a pesar de que sus padres tenían mucho dinero, no existían las técnicas médicas ni los avances científicos para curar su afección.
Con el paso del tiempo el niño fue creciendo bajo el cariñoso cuidado de sus padres, que nunca perdieron la fe y le enseñaron a ser bueno con el prójimo.
Por este motivo, Toribio, era conocido como un muchacho generoso, que ayudaba a los más necesitados gracias a su acomodada posición económica.
La familia Castro Grijuela, sentía gran devoción hacia la Virgen del Soto, todos los días le rezaban para que le concediera el milagro al joven Toribio. Gracias a su inquebrantable fe, el prodigio sucedió.
La leyenda cuenta que, una anciana se acercó al joven y le pidió algo de comer, Toribio, acudió con alegría a auxiliar a la señora, a pesar de que la mujer llevaba ropa desgastada y que su rostro reflejaba tristeza y descuido, Después de alimentarse, la señora dijo al muchacho, que ella también le haría un obsequio y se fue, sin decir más.
Gracias a su bondad Toribio, el niño de la mano negra recibió un milagro

Al día siguiente, para asombro de todos, Toribio tenía una mano derecha que antes le había faltado al nacer. Sin embargo, esta tenía una particularidad: era de color negro.
Con los años, Toribio se convirtió en un hombre fuerte, valiente y justo. Su fama creció cuando participó en la lucha por la defensa del astillero de la isla Puná, cerca de Guayaquil. En 1587, la ciudad fue amenazada por el pirata inglés Thomas Cavendish, un corsario al servicio de la corona británica, famoso por saquear colonias españolas y por ser uno de los primeros navegantes en dar la vuelta al mundo.
El ataque de Cavendish buscaba ingresar en el puerto y apoderarse de las riquezas españolas, pero los guayaquileños, liderados por valientes hombres como Toribio, lograron resistir y hacer retroceder a los invasores.
Derrotado, Cavendish ordenó la retirada y, en su huida, incendió gran parte del puerto, causando grandes pérdidas a la ciudad. Sin embargo, la valentía de Toribio y sus compañeros quedó grabada en la historia como un ejemplo de coraje y resistencia.
El niño de la mano negra, un milagro que Perdura
A lo largo de los años, el milagro de Toribio se convirtió en una historia conocida por todos. Tras su muerte, cuando su cuerpo fue exhumado, los pobladores quedaron asombrados al descubrir que su mano negra no mostraba signos de descomposición.
Para muchos, esto fue una prueba de que su don divino había trascendido incluso a la muerte, dejando un legado de bondad y heroísmo en la historia de Guayaquil.
Resumen de la leyenda "El niño de la mano negra"
En la antigua ciudad de Guayaquil, durante la época colonial, nació Toribio de Castro Grijuela, un niño sin su mano derecha. A pesar de la tristeza de sus padres, criaron a Toribio con amor, inculcándole valores como la generosidad y la fe.
Un día, una anciana pidió comida a Toribio, y él, con su bondad habitual, la ayudó. Al día siguiente, ocurrió un milagro: Toribio despertó con una nueva mano, pero era negra.
Años después, Toribio se convirtió en un hombre valiente y luchó en la defensa de Guayaquil y el astillero de la isla Puná contra el pirata inglés Thomas Cavendish, logrando evitar que saquease la ciudad. Aunque el corsario incendió parte del puerto al huir, la valentía de Toribio quedó grabada en la historia.
Cuando falleció, su mano negra permaneció incorrupta, lo que muchos consideraron una señal de su poder divino.
Que enseñanza nos deja esta leyenda
La historia de Toribio nos enseña que la bondad y la generosidad siempre son recompensadas, pues su acto desinteresado al ayudar a una anciana le otorgó un milagro. También resalta el valor y la justicia, ya que, a pesar de haber nacido con una dificultad, Toribio se convirtió en un hombre fuerte y valiente que defendió su ciudad del ataque de los piratas. Además, muestra cómo la fe y la perseverancia pueden obrar prodigios, ya que su familia nunca perdió la esperanza en un milagro. Finalmente, deja un mensaje sobre la trascendencia de las buenas acciones, demostrando que el legado de una persona noble y justa puede perdurar más allá de la vida.
Obra de teatro para niños "El niño de la mano negra"
Personajes
- Toribio: Niño bondadoso y generoso que nace sin una mano y recibe un milagro.
- Anciana misteriosa: Mujer que le pide ayuda a Toribio y le concede un don especial.
- Padres de Toribio: Amorosos y devotos, enseñan a su hijo a ser generoso.
- Pirata Thomas Cavendish: Villano de la historia, intenta saquear Guayaquil.
- Narrador: Relata la historia y guía la acción.
- Pueblo de Guayaquil: Grupo de personas que celebran a Toribio y defienden la ciudad.
Escena 1: El nacimiento de Toribio
(El escenario representa una casa colonial en la isla Puná. Los padres de Toribio están preocupados porque su hijo nació sin una mano.)
Padre: (Tomando al bebé en brazos) No importa cómo haya nacido, lo amaremos y lo educaremos con fe y bondad.
Madre: Recemos a la Virgen del Soto para que lo cuide y le conceda un milagro.
Escena 2: El encuentro con la anciana
(Toribio, ya un joven, camina por el mercado cuando una anciana hambrienta se le acerca.)
Anciana: Hijo, ¿tendrías algo de comida para una pobre mujer?
Toribio: ¡Por supuesto! Tome lo que necesite. (Le da pan y frutas)
Anciana: Gracias, muchacho. Yo también te haré un regalo. (Se aleja misteriosamente)
(Luces tenues, música mágica. Toribio se va a dormir.)
Escena 3: El milagro
(Toribio despierta sorprendido, mirando su nueva mano negra.)
Toribio: ¡Madre, padre! ¡Miren! ¡Tengo una mano!
Padre: ¡Es un milagro!
Madre: La Virgen ha escuchado nuestras oraciones.
Escena 4: La invasión pirata
(En el puerto de Guayaquil, el pirata Cavendish y su tripulación llegan.)
Pirata Cavendish: ¡Rápido, muchachos! ¡Saquemos todo el oro de la ciudad!
Toribio: (Con voz firme) ¡No lo permitiremos! ¡A luchar, valientes guayaquileños!
(Toribio y los habitantes pelean contra los piratas. Cavendish, derrotado, huye e incendia parte del puerto.)
Pirata Cavendish: ¡Volveré!
Escena 5: El legado de Toribio
(Años después, el narrador cuenta el final.)
Narrador: Toribio vivió como un héroe y tras su muerte, su mano negra nunca se descompuso. Su valentía y bondad quedaron para siempre en la historia de Guayaquil.
(Los personajes se despiden, finalizando con un mensaje de valentía y generosidad.)